La moneda del futuro podría ser tu información personal.
Jaron Lanier, gurú de las nuevas tecnologías, sostiene que el problema con el modelo económico de las plataformas y redes sociales es que te hacen creer que son gratuitas, cuando en realidad les pagas con tu información y privacidad. A esto Lanier le llama la “falsa gratuidad”, implicando que el uso que haces de plataformas de internet y redes sociales no es gratuito, sino que pagas dando mucha más información que la te puedes imaginar.[1]
Usar Facebook, Instagram, Twitter o Google no es gratuito. Siempre pagas. ¿Sabes cómo? Pagas con la información que ellos sacan de ti y vende posteriormente a compañías que usan esa información para hacer publicidad personalizada y algunas otras cosas un poca más invasivas de tu privacidad.
En los últimos 10 años gobiernos y corporaciones han acumulado una cantidad sin precedente de datos e información de las personas. Saben que es lo que te gusta, conocen tus miedos y fantasías[2], así como tus enfermedades. Parece que nos hemos metido en un mal trato, en el que la información que se obtiene sobre tu persona es monetizada pero tu no recibes un centavo por ello.
Tu información personal vale, en un cálculo conservador, por lo menos $240 USD anuales.[3] Existen otros cálculos que consideran que anualmente a Google le representas $182 USD, a Facebook $158 USD, a Amazon $733 USD y Zynga $28 USD.[4]
¿Crees que los beneficios de usar una plataforma o red social superan la monetarización que la misma red hace con tus datos y comportamiento? Es una muy buena pregunta, puesto que se podría pensar que es un intercambio justo por el acceso rápido a información que se necesita o a redes con fines lúdicos. El problema es que, al mismo tiempo, son estas mismas corporaciones las que encabezan las tecnologías que van a terminar con muchos trabajos. Por dar un ejemplo, la tecnología de automóviles autónomos es de Google. En este sentido, parece que estamos atrapados entre recibir entretenimiento e información de forma gratuita, pero sin tener trabajo que nos permita alimentarnos.
¿Es justo entonces que se te pague por el uso que se hace de tu información? Creemos que sí. La pregunta es cómo.
Queda claro que se necesita de un sistema que te permita saber cuál es el uso que se da a tu información a efecto de que tu le pongas un precio. Actualmente, nadie sabe que es lo que se hace con su información, a pesar de que ya tenemos leyes y regulaciones que tratan de darle la mayor protección posible. Como se dice, una vez que un dato o información entra a la red, es muy probable que nunca salga.
No obstante existe una solución a este problema. Creemos que la tecnología blockchain permite considerar que nuestra información puede ser guardada, rentada o vendida de forma ordenada. Si nuestro dinero se convierte en datos, podemos pensar en nuestros datos como dinero. [5]
La tecnología blockchain permite que todos los usuarios de un sistema lleven un registro de transacciones cifradas en las cuales toda transacción ha sido validada por todos los actores del sistema. De esta forma, cada transacción es única e irrepetible, con lo cual se otorga seguridad sobre la autenticidad de la misma. Es, una base de datos distribuida y segura que se puede aplicar a todo tipo de transacciones.
De esta forma, si tus datos están debidamente empaquetados e identificados dentro de un sistema blockchain, es posible saber donde se encuentra y quien la utiliza y por lo tanto a quien le debes cobrar.
Por otra parte, las empresas y gobiernos tienen un gran incentivo para generar bases de datos compartidas a efecto de eliminar los costos de recopilar, guardar y compartir la información con la que cuentan, la cual es utilizada para la toma de decisiones mediante el procesamiento por algoritmos.
Si la digitalización de tus datos en un sistema blockchain, como por ejemplo puede ser todo tu expediente médico, se convierte en información única e irrepetible, la misma sólo puede tener un solo dueño. De esta forma, tu información es controlable y tiene un valor definido.
Esto tiene varias ventajas, como poder el establecer un sistema justo en el cual las corporaciones o incluso el gobierno te paga por el uso que se da a tu información y además tu puedes saber que es lo que se ha hecho con ella.
Al mismo tiempo, esta innovación abre una serie de riesgos que deben ser ponderados. El mayor problema de depender de un sistema como este el que acabamos de explicar es que el uso y análisis de tu información en tiempo real pueda tener repercusiones indeseadas en tu vida, como limitar tu crédito o el aumento de las primas de tus seguros en atención a algún evento o llevar a cabo transacciones desde el anonimato, como podría ser la donación a una determinada causa. Esto suena más a una distopia autoritaria que a un sistema justo de retribución por el uso de tus datos.
La posibilidad que tiene blockchain de conectar bases de datos con incentivos económicos es vasta. Apenas y podemos imaginar la cantidad y tipo de negocios que esto podrá generar. Bienvenidos a la etapa en la que cada nueva tecnología permite potenciar a las demás tecnologías.
[1] Jaron Lanier. Who owns the future. Simon & Schuster. 2014.
[2] https://www.vice.com/en_ca/article/z497ej/what-your-late-night-google-searches-tell-you-about-the-human-psyche
[3] Wibson. How Much Is >Your< Data Worth? At Least $240 per Year. Likely Much More. https://medium.com/wibson/how-much-is-your-data-worth-at-least-240-per-year-likely-much-more-984e250c2ffa
[4] https://arkenea.com/blog/big-tech-companies-user-worth/
[5] Amber Baldet, The currency of the future is personal data, Quartz Magazine, https://qz.com/1381355/the-currency-of-the-future-is-personal-data/